La belleza Cuentos para niños ocultos Leer artículo La belleza Las diminutas semillas habían quedado esparcidas del fase anterior… La tierra humeda y el sol, ambos fieles a sus ciclos permitían que en la oscuridad y profundidades del suelo se gestará la Vida. Cual vientre uterino la tierra cobija una nueva vida (El Loco). Una mañana silenciosa en un movimiento súbito la tierra se abrió tal cual como lo hace un volcán, empujada por la energía vital permitió que una de las semillas apareciera en la supeficie (El Mago), desde la impulsividad de la vida que crece día a día, comienzo una nueva vida. De manera muy silenciosa exploraba su mundo interior, mira y reconoce todo lo que hay dentro, en ese silencioso espacio de quietud se permite reconocer su mundo interior (La Sacerdotisa). Un día observa a su alrededor y se dió cuenta que no estaba sola, otras semillas como ella estaban a su lado y más aún de repente se da cuenta que ella misma se encuentra unida a dos seres mayores que la sostenían, madre y padre la observan y custodiaban su crecimiento. La semilla comienza a reconocerse en ellos se miraba a través de ellos, algunos días obserserva que se parecía mucho más a uno que a otro, otros día se daba cuenta que era muy distinta a ellos (padres biologicos, La Emperatriz y El Emperador, la nutrición y cuidados de la madre y la identidad y limites del padre respectivamente). En medio del Jardín comenzó a observar que habían otras semillas que crecían igual que ella, las habían de distintos colores y aromas, sentía afinidad con algunas y con otras sencillamente ni si quiera podía acercarse… Han pasado algunos años ya la semilla se ha transformado un una planta hermosa… Un día, sintió que algo ya no estaba tan comodo como antes, comenzó a sentirse limitada en su entorno, de repende mira y ve que se encontraba dentro de un receptaculo, sus raices comenzaban a sentirse apretadas, salían de esa estructura. El maceterno que la sostenía parecía que estaba ahí no solo para contenerla si no también para marcarle el camino de como debe crecer (El Sumo Sacerdote), que la soetenía moralmente, pero también en su energía más baja la sometía desde el poder, desde el miedo. La plantita en un impulso sintió que era necersario tomar una decisión para romper con eso que la apresiona, pero también sintió que ahí en ese espacio tenía seguridad y todo iba bien después de todo… entre esos dos sentimientos (Los Enamorados) elijió irse y conocer otros jardines. Es así que siendo aún una plantita joven se va de viaje (El Carro), en el camino se da cuenta que hay algo en ella que la sotiene y desde donde emana una fuerza que la moviliza. Un día casi despertando por la mañana siente que alguien se acerca, pasos firmes y seguros van hacia donde ella. Es una mujer que la toma e intenta arrancarla del suelo (donde se había establecido) mientras dice, que bella planta llegó a mi jardín, la plantita que ya había elijido ese espacio para quedarse puso resistencia y se quedó firme, sintió que una fuerza invisible la aferraba al piso, ni siquiera fue consciente que esa fuerza provenía desde su interior (La Fuerza). La mujer al sentir que no pudo sacarla de la tierra desistió de su deseo y entro a su casa… La plantita al quedarse sola en ese lugar comenzó a hacer un viaje hacía dentro, comenzó a mirar desde donde vino esa energía que la salvó de ser arrancada, fueron días de silencio y soledad (El Ermitaño), fue tanta la soledad que sintió, que solo encontró a esa energía invisible que la había sostenido cuando la mujer quiso arrancarla del suelo, no podía verla, pero si la sentía y sabía que habitaba dentro de ella (La Fuerza), inmensamente feliz salió de su viaje hacia dentro y quiso compartir con todos su descubrimiento, afuera se encontró con un jardín donde cada ser tenía un flujo único, se encontró con la vida y sus ritmos (La Rueda de La Fortuna), nada podía predicir y tampoco nada pudo planear, porque veía que todo se movía con un ritmo impredescible. Firme aferrada a la tierra seguía creciendo con la secreta confianza en los vaivenes de la vida. Un día al amancer sintió que las manos de la mujer nuevamente se acercaban a ella, sin embargo pudo percibir una energía distinta, la mujer esta vez no traía tijeras, esta vez traía un posillo que contenia un liquido, la plantita se entrgó al momento y comenzó a sentir el rocio de ese líquido que la mujer esparcia sobre ella… (La Justicia), momentos en que la vida nos entrga lo justo de acuerdo a acciones y desiciones pasadas, en este caso la plantita recibía ahora vitaminas y abono para fortalecer su crecimiento (justicia divina, la mujer había desidido cuidarla). Con el tiempo, de tantos cuidados que recibía la plantita su espiritu libre comenzó a senyir incomodidad, la mujer hasta la había amarrado a un palo para que creciera segura y recta. Esta incomodida hizo que la plantita comprendiera que los cuidados son propios del amor, pese a sentirse amarrada, pudo comprender que estaba siendo protegida, tuvo una nueva visión sobre la expresión del amor (La Colgada). Los días siguieron en calma, sin embargo pronto comenzó a sentir la tentación de movimiento, de libertad nuevamente (El Diablo) y quiso huir. Estaba en eso cuando una sueve lluvia comenzó a caer constantemente lo que la calmo y la llevó a su centro (La Templanza). Luego de unas cuantas horas la lluvia se transformó en una fuerte tempestad, viento y relamapagos la acompañaban. Era tanto el viento que sin explicación y sin esperalo si quiera (La Torre) el viento arrancó de cuajo a la plantita de la tierra, el dolor de la incertidumbre se apoderaron de ella, sintió morir (La Muerte) y así fue, tirada en la tierra sumergida