El violinista

Cuentos para niños ocultos

El violinista

Los papás de Martín, sacrificados campesinos, trabajaron arduamente ese año para comprar el regalo que el niño anhelaba, un violín, ¡¡¡lo consiguieron!!!, Martín tuvo el instrumento para el día de su cumpleaños, 24 de diciembre, (como no recordar la fecha si es también el cumpleaños de un grande de la historia religiosa….) Esa mañana Martín tímidamente se bajó de la cama, sus ojitos somnolientos quisieron ver más allá de lo que en realidad podía ver.. Todo estaba en silencio…bajó uno a uno los peldaños de la corta escalera de madera, a medida que se acercaba sentía un intenso calor en su carita, su corazón latía cada vez más acelerado… no sentía ruido, todo era silencio y esto sí que era curioso y más en un tan, tan especial día para él, ¿dónde estaba su mamá con los buenos días matutinos?, donde estaba su papá con el “apúrate Martín que vamos a llegar  tarde al colegio”… ? en fin, sin duda no era un día común. Por lo intranquila de la situación Martín se había olvidado por completo del regalo que esperaba recibir… (el Violín) De pronto por arte de magia aparecen ambos padres frente al niño…los dos traían conjuntamente una caja entre sus brazos… Martín sonrió y se olvidó ahora de la intranquilidad de hace un rato… corrió hacia ellos, los abrazo y sintió fundirse en el regazo cariñoso de sus progenitores… A Martín se le cumplió su sueño, el tener un violín…

 

Luego del desayuno especial de cumpleaños, Martín se quedó ensimismado mirando el instrumento (la imagen), lo contemplaba y soñaba con el gran maestro que sería en los años venideros, se imaginaba cuantas clases, cuantas pruebas de sonido tendrían que pasar para convertirse en lo que siempre había soñado, un Violinista…

 

 

De pronto se abrió la puerta de la bodega y se sintieron unos pasos, el hombre con la pesadez de un cuerpo de avanzada edad giro y vio en el umbral a su pequeño hijo que le decía “¿papá en que piensas?” y este le respondió “nada… recuerdo el cumpleaños más especial de mi vida… aquel en donde tus abuelos con gran esfuerzo me regalaron mi primer violín, ese que me dio grandes satisfacciones en mis primeros pasos como violinista….” el niño no lo miró con ternura y se lanzó a sus brazos orgulloso de ser hijo del violinista más grande del país….

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