Hacía mucho tiempo que no leía un libro completo. Sin embargo, en el verano de 2019, durante un viaje desde Punta Arenas a la ciudad de Ushuaia (Región de Tierra del Fuego), este libro me cautivó incluso antes de que llegará a mis manos y se convirtió en mi mejor compañero de viaje, después de la familia que me acompañaba, por supuesto.

El paso del tiempo en vacaciones parece ir más lento… y eso fue lo que captó toda mi atención. El deseo de mantener ese estado de andar más lento al regresar de las vacaciones se transformó en mi propósito durante ese viaje. En el libro, Paty May nos invita a bajar el ritmo del día a día para poder observar aquello que es imperceptible en la vorágine cotidiana. “Ir lento para ver”. Un gran libro con sugerencias y prácticas para que el andar lento por la vida nos abra los ojos a un mundo que aún no hemos descubierto.